Rara vez te importa si le diste una buena impresión a alguien que conociste.
Te enfocas en las necesidades emocionales de tu equipo para abordar situaciones difíciles.
No tienes miedo de pedirle a tu equipo que trabaje arduamente para enfrentar una situación en particular.
Estableces metas realistas y claramente definidas, y estás seguro de que tu equipo puede lograrlas.
Das instrucciones claras y esperas que tus empleados las cumplan al pie de la letra.
Fomentas el intercambio de ideas para encontrar la mejor manera de lograr una meta.
Te esfuerzas mucho por alcanzar un consenso para lograr que la colaboración sea efectiva.
Te enfocas en las necesidades emocionales de tu equipo para abordar situaciones difíciles.
A menudo te pierdes soñando despierto con muchas ideas o situaciones.
Te relacionas bien con las personas que se dejan llevar por sus emociones.
Motivas a tu equipo a desarrollar todo su potencial.
Sueles proponer retos a tu equipo para que los superen y esperas obtener los mejores resultados.